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Inicialmente podemos concebir el estrés académico lo podemos conceptualizar como la reacción normal a nivel biopsicosocial de un estudiante al tener que responder a las diversas cargas académicas a las que se enfrenta durante su periodo de estudio, en realidad el estrés académico no es malo si se sabe manejar, este es malo cuando no existe un manejo adecuado del mismo por parte de quien lo sufre.
En relación con el párrafo anterior podemos aquí a apelar a lo que Águila, Calcines, Monteagudo de la Guardia y Nieves, 2015 conceptualizan sobre el término “estrés académico” esto con la finalidad crear un fundamento técnico a nuestra definición “es el malestar que el estudiante presenta debido a factores físicos, emocionales, ya sean de carácter interrelacional, intrarrelacional o ambientales que pueden ejercer una presión significativa en la competencia individual para afrontar el contexto escolar en el rendimiento académico, habilidad metacognitiva para resolver problemas…” (p. 167)
El estrés académico tiene su origen en los denominados estresores, que vienen a ser factores que provocan o llevan al estrés, sin importar que sea bien o mal manejado estos siempre están presentes, para ello vamos a entender antes el concepto de estresor acorde a lo que Orlandini, 2012 enuncia “Se denominas estresores a los estímulos que provocan la respuestas biológica y psicológica tanto del estrés normal como de los desarreglos que llegan a convertirse en enfermedades” (cap. 2, parr. 2) Acorde a lo planteado aquí los estresores suelen darse por exigencias endógenas o exógenas a las que el estudiante se ve sometido, las exigencias endógenas hacen referencia a sus exigencias internas como individuo, a las metas fijadas por el mismo, mientras que las exógenas hacen referencias a exigencias de los cursos, de los profesores, padres, institución y hasta cambios evaluativos que pueden ocurrir.
Pues bien, el estrés escolar o académico, suele tener manifestaciones que pueden ocasionar de forma directa problemas en el rendimiento del estudiante y su salud, para ello se logran identificar claramente tres formas de manifestarse dentro de la teoría propuesta de Rossi, su propuesta los clasifica en físicos, psicológicos y comportamentales, en primer lugar, los físicos son aquellos factores corporales claramente identificables, tal como los define Águila, et. Alt. 2015 “se encuentran aquellos que implican una reacción propia del cuerpo, como sería el caso de morderse las uñas, temblores musculares, migrañas, insomnio, fatiga crónica” (p. 169)
En un segundo plano según la misma teoría podemos identificar una serie de manifestaciones psicológicas que se presentarán en el estudiante que se relacionan en la correcta o no función mental o cognitiva tal como Águila, et. Atl. (2015) se logran evidenciar de la siguiente forma “tienen que ver con las funciones cognoscitivas o emocionales de la persona, como la inquietud, problemas de concentración, bloqueo mental” (p. 169) Finalmente acorde a la teoría de Rossi se encuentran manifestaciones comportamentales que se relacionan con aspectos sociales como una serie de conductas que llevan a la persona a aislarse, a una baja motivacional, evitar relaciones interpersonales y hasta sufrir depresión o ansiedad.
Teniendo con ello mayor claridad sobre generalidades que llevan al estrés académico, será el turno de repasar algunos tips o consejos que pueden hacer que logres afrontarlos de la mejor forma sin caer en problemas de salud física o psicológica.
1- Practica algún deporte
Las simples prácticas como salir a correr, hacer aeróbicos, bailar, el yoga o salir a dar un paseo sea caminando o en bicicleta pueden ser de gran utilidad para disminuir el nivel de estrés y la forma en que estos te afectan tal como se indica a continuación “Con el ejercicio físico derivado de hacer deporte o simplemente de dar un paseo andando o en bicicleta, suele ser suficiente para lograr relajar esta tensión y recuperar energía para afrontar las demandas de nuestra vida” (Universidad de Valencia, 2014, p. 13)
2- La música clásica es de gran ayuda.
Quizás no te guste escuchar Mozart o Vivaldi una buena alternativa es la música de relajación, el caso es utilizar música que lo lleve a un estado de relajación, que al mismo tiempo mejore tu estado de ánimo y tu percepción del mundo, en cuanto a ello Santos, 2015 indican lo siguiente “Escuchar música puede generar un entorno de estudio positivo y productivo debido a que mejora tu estado de ánimo y te incentiva a estudiar de manera más efectiva. La música clásica es generalmente recomendada como la mejor para estimular tu cerebro, pero la música ambiental u otro tipo de música también pueden tener esta influencia.” (parr. 6)
3- Evitar pensar en negativo o de forma fatalista.
Siempre se positivo, deja los pensamientos negativos de lado, muchas veces el peor enemigo de cada uno somos nosotros, pues los pensamientos tienen poder, por ello es importante tratar de evitar pensamientos fatalistas o negativos sin ninguna base y tratar de realimentarnos con pensamientos que nos motiven en este sentido la Universidad de Valencia, 2014 plantea lo siguiente “Muchas veces lo que nos decimos sobre lo que nos pasa está distorsionado de tal forma que nos amenaza injustificadamente, nos hace sentir mal y nos impide responder con eficacia.” (p. 13)
4- Planificar tu rutina de estudio y actividades es algo clave.
En efecto, el orden y la planificación pueden ser clave para el éxito académico y para evitar caer en un estrés mal manejado, en general conocemos nuestras cargas académicas y laborales de previo, por ello es importante que desde un inicio tengas elaborado un plan de la forma que abordaras estas de forma diaria, esto para evitar procrastinar y tener luego una gran cantidad de asignaciones que sirvan como factores causantes del estrés. En este sentido Santos, 2015 nos indica “Puede que esto no te parezca tan sorprendente pero lo que sí lo es, es la cantidad de estudiantes que ignoran los beneficios de crear un horario de estudio personalizado. Con un poco de esfuerzo inicial, tu estudio puede mejorar notablemente en términos de productividad y tú puedes mejorar también tus niveles de motivación al saber a lo que te enfrentas cada día por anticipado.” (parr. 8)
5-Actividades de ocio o practicar un hobbie no es malo.
La respuesta de muchos es “no tengo tiempo” muy probablemente esto ocurre cuando no hay planificación, pero en general si planificamos debemos contemplar estos espacios de recreo que nos permitan enfrentar y bajar los niveles de estrés, pese a que nuestra cultura estigmatiza el ocio, este es necesario para nuestro buen funcionamiento cognitivo en este sentido El país, 2017 menciona lo siguiente “el ocio culturalmente ha sido estigmatizado, sin embargo, es muy importante que los estudiantes no siempre estén dedicados de lleno a sus carreras. Tanto ellos como sus padres deben entender que la formación integral del sujeto necesita de actividades de relajación, autoconocimiento, hobbies, etcétera” (parr. 19)
6-Dormir es clave para tener buenos resultado
En efecto tener entre 6 y 8 horas de sueño diario son de gran ayuda pues el sueño es el un periodo en el que nuestro cerebro “descansa” esto permite que una vez despertemos abordar las actividades escolares sea más fácil con resultados mas efectivos, tal como Santos, 2015 indica “los beneficios de una buena noche de sueño no deben de ser subestimados. Desde el punto de vista académico, el sueño ayuda a que tu cerebro asimile la información y la introduzca en tu memoria a largo plazo para que así la puedas recordar cuando llegue el día del examen” (parr. 10)
En síntesis, el poder seguir estos seis consejos que brindamos para manejar el estrés te permitirá conseguir resultados más efectivos en tus estudios y enfrentar el estrés de una mejor forma.
Referencias
Águila, B. Calcines, M. Monteagudo de la Guardia, R. y Nieves, Z. (2015) Estrés Académico. EduMeCentro. Volumen 7 (2) pp. 163-178. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/pdf/edu/v7n2/edu13215.pdf
El País. (2017) Claves para combatir el estrés académico. Diario El País: https://www.elpais.com.co/familia/claves-para-combatir-el-estres-academico.html
Orandini, A. (2012) El estrés: ¿Qué es y cómo evitarlo? Mexico D.F: Fondo de Cultura Económico.
Santos, D. (2015) ¿Cómo combatir el estrés académico? Go Conqr: https://www.goconqr.com/es/examtime/blog/como-combatir-el-estres-academico/
Universidad de Valencia. (2014) Guía para el manejo del estrés académico. Recuperado de: https://www.uv.es/iqdocent/guias/estres.pdf